jueves, 25 de junio de 2009

“Nuevo Encuentro nació para quedarse”

Por Ma. Belén Tenaglia.

Renovación, alternativa, participación, inclusión. En un marco nacional agitado por las elecciones legislativas, replantearse el significado de estos conceptos resulta ser una tarea difícil y un tanto fastidiosa. Convertidos en el cliché de los discursos políticos, estos términos fueron vaciados de contenido. Ya nada les quita el carácter estático, ni siquiera una promesa electoral llamativamente elaborada. Como resultado se genera una indiferencia en el común de los votantes alejándolos de la vida política.

No obstante desde Nuevo Encuentro, un conglomerado de fuerzas y actores políticos de diversas raíces y trayectorias, se asevera que no todo es lo mismo pretendiendo devolverle la esencia a estos conceptos. Ni oficialistas ni opositores, el frente encabezado por Martín Sabbatella se define como una alternativa a las estructuras políticas tradicionales a las que acusa de querer implantar el bipartidismo que desvirtúa la democracia.

Desde sus orígenes, Nuevo Encuentro marcó la diferencia surgiendo de una hibridación entre facciones del Partido Comunista, la CTA, Libres del Sur, que se han apartado de esas estructuras partidistas viciadas, y la experiencia reconocida a nivel nacional e internacional de Martín Sabbatella (ex intendente de Morón).

Reconstruir una democracia de posibilidades requiere tener una mirada integral sobre la realidad pero también un plan sistémico de acción que implique una articulación entre el Estado nacional, el Estado provincial y el Estado municipal. Conlleva a retomar la educación como pilar de crecimiento, como herramienta democratizadora de conocimientos e igualadora de oportunidades. “Es necesario un fuerte compromiso con la educación, convencidos que es el Estado el que tiene que garantizar ese derecho. Pensar la educación con vistas de una organización social ascendente e inclusiva.”, expresa con convicción Sabbatella.

Proyectar una renovación de la política implica adentrarse en una cuestión que ha permanecido al margen de la sociedad. Hablar de transparencia pública no tiene parámetros de evaluación y vincularla con la ética política es inconducente. Nuevo Encuentro parece ser la llave que abrirá la caja fuerte de la política. “Intentamos romper con las estructuras del statu quo. Queremos un modelo de gestión participativa donde la comunidad es protagonista a la hora de pensar las políticas públicas y participar en el presupuesto mediante los consejos de asesores, consejos vecinales”, afirma Martín Sabbatella.

Abrir los círculos cerrados y los senderos oscuros de la política lleva, inevitablemente, a enfrentarse con el enemigo mayor, y muchas veces tentador, de todo idealista: los nichos de corrupción. Querer combatirlo implica erradicar los parásitos que se alimentan de este monstruo y que, a su vez, son su propio elixir de vida. Esos parásitos que duermen tranquilamente en el sistema judicial, el sistema penal, las estructuras policiales. Paradójico ¿no?

¿Qué es lo que hace pensar que no todo es lo mismo? ¿Qué aleja a Nuevo Encuentro de un discurso llamativamente elaborado? ¿Es quizá un nombre nuevo y una cara joven? ¿Trayectoria intachables y experiencias comprobadas? ¿Será que los tiempos de renovación están llegando y que el “que se vayan todos” que movilizó a las masas en el 2001 ha comenzado?

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